Mis propuestas al Proyecto de Constitución.


Al futuro no se le debe mirar con luz corta. Mis propuestas.

Quiero comenzar diciendo que soy un convencido de que los cubanos debemos aferrarnos al socialismo como única tabla de salvación, porque no hay otra; creo también que el poderoso vecino del norte jamás levantará en lo fundamental el bloqueo a Cuba y que debemos vivir y tratar de desarrollarnos convencidos de eso y a pesar de eso. Ni ellos se pueden mudar ni nosotros tampoco, pero si se pudiera tampoco nos mudaríamos. Pensar lo contrario sería una utopía irresponsable. Como diría un cristiano: ¡Cuba, tan lejos de Dios y tan cerca de los EE.UU.! Por eso creo decididamente que nuestro socialismo, no ya como etapa de tránsito a los desconocido, sino como sistema político, económico y social que se ha dado a sí mismo la mayoría del pueblo, será capaz de avanzar en la medida en que consolide su DEMOCRACIA (en mayúscula) y la UNIDAD (también en mayúscula) de la mayoría del pueblo alrededor de su vanguardia política, que deberá estar cada día más a la vanguardia para poder perfeccionar el proyecto y enrolar a los más jóvenes en él, premisa fundamental para la continuidad, de lo contrario no saldremos adelante y no habrá futuro socialista "porque democrático no significa solamente que se gobierne para el pueblo, sino por el pueblo. Y sin los mecanismos que aseguren al pueblo una participación competente y efectiva en la toma de decisiones, es decir, en el ejercicio del poder, no será socialista nuestra sociedad" Prof. Aurelio Alonso Tejada El Desafío La Habana  2012.

El Prof. Aurelio Alonso Tejada es sociólogo, filósofo, escritor. Profesor de la Universidad de La Habana y Sub-director de Casa de las Américas y Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas 2013.

El contenido del texto que estamos analizando tiene una trascendental importancia, como nunca antes, para el futuro de la patria y de la nación cubana toda. Estamos de alguna forma legislando para el futuro donde probablemente, o lo más seguro, ninguno de nosotros estaremos, tampoco estarán los dirigentes de hoy. La Asamblea será otra desde el momento mismo en que los diputados del mañana no serán los mismos de hoy, quizás muchos de los futuros diputados no hayan nacido hoy todavía. Tampoco el Partido Comunista de Cuba será el mismo, llevará el mismo nombre, estoy seguro,  pero no será el mismo.
Un conocido político inglés, el Ex-Primer Ministro del Reino Unido Sir Winston Churchill, uno de los autores intelectuales de la "Guerra fría" decía, burlándose del "socialismo real" de la época de Stalin que "El vicio inherente al capitalismo es el desigual reparto de la riqueza; la virtud inherente al socialismo es el equitativo reparto de la miseria". Nuestro socialismo no puede ser ni el "socialismo real" que fracasó en la URSS, ni el socialismo del siglo XX de China y Vietnam, ni el del siglo XXI de algunos países del ALBA-TCP, ni el de la idea Zuje de Corea Democrática.

La Economía de Mercado por sí sola no es ni será la panacea que nos conduzca a la prosperidad prometida, aunque realmente sería lo más fácil de hacer, pues hay muchísima experiencia sobre eso en este mundo, donde el Capitalismo es la regla y el Socialismo la excepción: privatizarlo todo incluyendo la Salud y la Educación, los puertos y aeropuertos; vender al mejor postor las termoeléctricas, las fabricas, los centrales azucareros, los hoteles, reducir al máximo las pensiones, devaluar más el CUP para tapar el hueco fiscal y seguir al pie de la letra las instrucciones del Fondo Monetario Internacional y los viejitos, nuestros amados viejitos, que en paz descansen, que ya han vivido lo suficiente! Y regresar al Capitalismo, esperar que lleguen los yanquis y los no tan yanquis, con su dinero y su poder, su soberbia, su prepotencia y su desprecio por todo lo que huela a latino o a mulato o a negro. No quisiera parecer apocalíptico pero no me imagino otra cosa si la tentación nos llevara por esos derroteros.

Vietnam ha tenido grandes logros con la puesta en marcha desde 2001 de la economía de mercado... En casi 20 años unos 30 millones de vietnamitas salieron de la pobreza. La economía de mercado, en sí misma, no puede destruir el socialismo, pero para construir con éxito el socialismo es necesario desarrollar la economía de mercado de manera adecuada y correcta"  Nguyen Phu Trong. Secretario General del Partido Comunista de Vietnam. Conferencia Magistral en la Universidad de La Habana. Marzo de 2018. Recientemente ha asumido como Presidente de la República Socialista de Vietnam.

En la República de Cuba debe regir un sistema de economía basado en la propiedad socialis­ta de todo el pueblo sobre los me­dios fundamentales de producción, como forma de propiedad princi­pal, sin menoscabo de todas las otras formas de propiedad. Y no excluir la Economía de Mercado debidamente regulada y adecuada en función de la prosperidad de todo el pueblo mediante la dirección planificada de la economía, que considera y regula el mercado, en función de los intere­ses de la sociedad.

 La propiedad privada es la que se ejerce sobre todos los bienes individuales de que los ciudadanos sean titulares o propietarios , sean o no medios de producción y que sirvan para satisfacer las necesidades materiales y espirituales de los mismos.

Las formas de propiedad han estado filosóficamente en discusión, siendo tema de debates y fue analizado por Marx en El Capital. No creo que si mi casa es mi propiedad privada, deje de serlo por no ser utilizada como un medio de producción y pase a ser considerada como una propiedad personal. Tampoco que si tengo un caballo en mi casa, porque me gusten los caballos, y tenerlo satisface una parte de mis necesidades espirituales, si le engancho un carretón y me dedico a transportar mercancías, con licencia, no faltaba más, pues entonces deja de ser propiedad personal y pasa a ser considerado propiedad privada.

El Estado debe promover y brindar garantías a la inversión tanto nacional como extranjera, como elemento impor­tante para el desarrollo tanto económico como social del país, sobre la base de la protección y el uso racional de los recursos hu­manos y naturales, así como del res­peto a la soberanía e independencia nacionales.

¿Por qué limitar a un tiempo determinado al ciudadano cubano para permanecer fuera del país de nacimiento o de lo contrario  ser considerado como "emigrado" y perder su residencia? En la inmensa mayoría de los países de este mundo, los ciudadanos gozan de ese derecho por el solo hecho de ser ciudadanos y pueden residir en el extranjero por el tiempo que les plazca sin perder ninguno de sus derechos y solo a los extranjeros que ostentan la condición de residentes temporales o transeúntes se les cancela el permiso de residencia si se ausentan del país de acogida por un tiempo mayor a entre 6 meses y un año por considerarse que no necesitan residir más en el país de acogida.

Acerca del artículo 68 (ahora 82 en el proyecto aprobado) creo que debía permanecer inalterable nos guste o no, pues sin duda alguna es un acto de justicia impostergable en el tiempo, que complementa el artículo 40 que proscribe toda forma de discriminación por razones de sexo, género, orientación sexual, identidad de género, origen étnico, color de la piel, creencia religiosa, discapacidad, origen nacional o cualquier otra distinción lesiva a la dignidad humana. Y si menciono este artículo sin proponer cambio alguno es porque se ha generado una polémica desproporcionada, demasiado amplificada por los medios, pero hasta cierto punto lógica, siendo nuestra sociedad tan machista y tan permisiva en el pasado, no muy lejano por cierto, de abusos, atropellos, burlas, discriminaciones. No creo que nuestra nación ni la especie humana estén en riesgo de desaparecer por aceptar esta realidad, además de otorgar un derecho conculcado a una minoría durante demasiado tiempo.

A partir del Título VI Estructura del Estado, todas mis propuestas de modificación están basadas y fundamentadas en el principio que ratifica este propio Proyecto de Constitución en su ART. 10 de que "en la República de Cuba la soberanía reside intrans­feriblemente en el pueblo, del cual dimana todo el poder del Estado. El pueblo la ejerce directamente o por medio de las Asambleas del Poder Popular y demás órganos del Esta­do que de ellas se derivan, en la for­ma y según las normas fijadas por la Constitución y las leyes." Lo que quiere decir, o al menos así yo lo interpreto, que el único soberano es el pueblo, no hay otro, por tanto corresponde al pueblo todo el derecho soberano a ELEGIR (en mayúscula) libremente, por medio del sufragio universal, libre, directo y secreto a todos los órganos del Estado y sus máximas investiduras al frente del Estado y del Gobierno de la nación, desde los delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular hasta el Presidente de la República.

Al pueblo cubano del futuro tenemos el deber de legarles las herramientas constitucionales que impidan el sometimiento a tiranos, dictadores, enajenados mentales, sicópatas, megalómanos y todo género de degenerados y enfermos , consustancial a la especie humana, porque la madre naturaleza pare esos monstruos que amparados en la autoridad suprema se apropiarían del poder absoluto y causarían inimaginables desgracias al pueblo con nuestra complicidad, la de los ciudadanos cubanos que discutimos hoy el Proyecto de la Constitución, y no hayamos tenido el valor ni la visión suficiente para preverlo.

Los cubanos hemos tenido la enorme suerte de haber contado durante muchos años con un líder gigante como Fidel. Ejemplos sobran en la historia, desde La Revolución francesa de la Libertad, Igualdad y Fraternidad de su Primera República que apenas 10 años después se convirtió en el Imperio Napoleónico con el golpe de estado de Napoleón Bonaparte, no sin antes transitar por el Terror de Maximiliano Robespierre, el Directorio y el Consulado. Los de Stalin y sus abusos de poder, el culto a la personalidad, el autoritarismo y lo que eufemística-mente se ha llamado por algunos nostálgicos del estalinismo, que todavía quedan algunos por ahí,  como "los errores del camarada Stalin" que no son ni más ni menos que los horrendos crímenes que cometió en nombre del Marxismo-Leninismo y del Partido Comunista de la Unión Soviética. Sin olvidar tampoco el más reciente genocidio de Pol Pot y su concuño Ieng Sary en Cambodia que exterminó a casi dos millones de camboyanos hombres, mujeres y niños en nombre del Partido Comunista de Kampuchea o Kmeres Rojos, de tendencias maoístas.

La Asamblea Nacional Constituyente elegida por el voto universal, libre, directo y secreto de todo el pueblo debe ser el único órgano con potestad constituyente originaria. La ley establecería la forma de ser convocada por el propio pueblo soberano por derecho propio o por la Asamblea Nacional del Poder Popular.

La Asamblea Nacional del Poder Po­pular debería someter a discusión de todo el pueblo el anteproyecto de nueva Ley Elec­toral, en la que rija el principio democrático  e irrenunciable de que el pueblo es el único soberano por lo que en uso de esa soberanía que le corresponde por derecho propio y sin que nadie se lo tenga que otorgar, tiene el derecho soberano al sufragio universal, libre, directo y secreto para elegir todos los niveles del poder desde los delegados de las Asambleas municipales del Poder Popular hasta el Presidente y Vicepresidente de la República.
Esta nueva ley debería eliminar las "comisiones de candidatura" y los candidatos únicos. ELEGIR en mayúscula, que significa ESCOGER de entre varios candidatos, un mínimo de dos. Esto debería ser válido también para la elección de los diputados, y dentro de la ANPP para elegir al Presidente, Vicepresidente y Secretario del Parlamento y el Consejo de Estado para que verdaderamente sean elegidos y no designados de antemano los ciudadanos que merezcan ocupar dichas responsabilidades en nombre del pueblo, que sean sus representantes, sus servidores. Todos las altas jerarquías del Estado son Servidores del Pueblo que los elige, y al que tienen que rendir cuentas de verdad, y ser revocados cuando no cumplan con el mandato que el Soberano les ha otorgado. Eso es DEMOCRACIA.

Para concluir quiero decir que he hecho estas propuestas con la mayor sinceridad y con el mayor respeto a los criterios de los demás. Quiero hacer énfasis en el significado de la Declaración de voluntad del texto constitucional de que la ley de leyes de la República esté presidida por este profundo anhelo de José Martí: “Yo quiero que la ley primera de nuestra República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”. Para Martí la Dignidad Humana significaba no solo honor y decoro sino sobre todo LIBERTAD (en MAYÚSCULA) y justicia social. Estas son mis verdades y mis convicciones más profundas. Por supuesto que respetaré y acataré, como no puede ser de otra manera, la Constitución que el pueblo todo se dé en votación en Referendo en el uso de su derecho soberano.




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